miércoles, 24 de junio de 2015

VÍTORES EN CIUDAD RODRIGO

El llamado Vítor o Víctor, que significa vencedor, es equivalente a un “¡Viva!”. Es un símbolo heredado del crismón del Bajo Imperio Romano que fue adoptado por algunas universidades españolas, especialmente la de Salamanca y también muy utilizado en Ciudad Rodrigo, desde el siglo XIV para rendir homenaje a los recién doctorados (máximo nivel de estudios).

Vítores en la fachada de la Catedral de "Santa María" en Ciudad Rodrigo
  
EL ORIGEN ROMANO DEL VÍTOR

Crismón Romano

En el año 313 d. de C. y a partir del Edicto de Milán, el crismón romano aparecía en las monedas, estandartes y en los escudos de los legionarios romanos.

Cuenta la Leyenda, que la noche anterior a la batalla del Puente Milvio, al emperador Constantino se le apareció en sueños la cruz, junto a las palabras de “In hoc signo vinces”, que significan “Con este signo vencerás”  y al día siguiente, el emperador sustituyó el águila imperial por el crismón y ganó la batalla, a pesar de tener un ejército muy inferior en número.

                                                                                                                 Poco a poco el signo se fue modificando, hasta adoptar otra forma, y terminar transformándose en el Vítor, también llamado el Escudo de la Victoria o Victorioso.


  
EL VÍTOR EN CIUDAD RODRIGO

Es un símbolo característico y tradicional que se ponía en los edificios importantes desde el siglo XIV y que aún en la actualidad se puede ver gran cantidad de ellos, que se conservan en las fachadas de los palacios y casas señoriales del Centro Histórico de Ciudad Rodrigo.

Vítor al Dr. Barrientos (Palacio de Montarco) en Ciudad Rodrigo
La cultura llegó a Miróbriga (nombre vetón de Ciudad Rodrigo “Miróbriga Wettonum”) ya en la época romana, con la construcción de la “Vía Colimbriana”, que la unía en Salamanca a la conocida “Calzada de la Plata”. Estas importantes rutas que pasaban por la ciudad, fueron decisivas para la llegada de un inmenso valor cultural y vincularla con una de las universidades más antiguas de Europa. La primera vinculación entre la Universidad de Salamanca y Ciudad Rodrigo, se remonta a finales del siglo XV y se centra en la figura del gran Fernando Gallego, reconocidísimo pintor que estuvo empadronado en Ciudad Rodrigo y en esa época pintó el conocido como “cielo de Salamanca” (emblema de salamanca durante su capitalidad cultural), así como otra obra extraordinaria, el retablo del Altar Mayor de la Catedral de Ciudad Rodrigo, que en palabras del gran historiador y crítico de arte Gaya Nuño, es el “más extenso y notable retablo español del siglo XV”. Lamentablemente, en la actualidad se encuentra en el Museo de Arte de la Universidad de Tucson (Arizona – Estados Unidos), como una de sus obras estrella.

Durante el siglo XVI, en el periodo de mayor esplendor de la Universidad de Salamanca y el siglo de oro de Ciudad Rodrigo, durante el cual hubo en la ciudad un gran auge económico y artístico como consecuencia del retorno de muchos mirobrigenses que participaron en el descubrimiento y conquista de América.  Ello supuso que un gran número de mirobrigenses fuese a la Universidad de Salamanca para doctorarse en Filosofía, Teología, Derecho y otras ciencias, dejando huella de ello en los “vítores” que aún se conservan en sus palacios o en la Catedral. Estos vítores se pintaban con sangre de toro y pigmentos vegetales, con la palabra Vítor acompañada del nombre del reciente doctor.


Desde este Blog, aconsejamos que cuando paseen por las calles de Ciudad Rodrigo, además de admirar sus numerosos monumentos y palacios, también se fijen y busquen los vítores que aún perduran en ellos. Los hay dedicados a personas que fueron importantes, como profesores universitarios o altos cargos eclesiásticos. Destacamos los vítores del Dr. Barrientos (canónigo doctoral de la Catedral) sobre la portada del Palacio de Montarco, el del Dr. Juan Gutiérrez (s. XVI), hombre de prestigio internacional en cuestiones civiles y canónigas, los de los Drs. Félix y Alonso de Manzanedo, el del Dr. Miguel Palacios, etc… ¿Se animan a buscarlos?

domingo, 14 de junio de 2015

Ciudad Rodrigo, la bella desconocida

Ciudad Rodrigo, fue elegida como lugar de asentamiento humano ya en la Edad de Bronce, como nos demuestran las diversas piezas de la época encontradas por la zona, como el “Ídolo de Ciudad Rodrigo” que se encuentra en el “Museo Arqueológico Nacional” de Madrid.

Posteriormente, en la Edad de Hierro estuvo habitada por los vetones, guerreros de carácter orgulloso y cultura celta, de la que se puede observar el “verraco” pre-romano ubicado en la Plaza del Castillo. 



Si de algo puede presumir Ciudad Rodrigo es de transpirar arte e historia por los cuatro costados. No en vano, en 1.944 fue una de las primeras ciudades en ser declarada “Conjunto Histórico Artístico”.
Penetrar por cualquiera de las puertas que dan acceso al recinto amurallado, es como entrar en un verdadero túnel del tiempo, siendo casi imposible no dejar volar la imaginación mientras uno pasea por un imponente escenario histórico, formado por las angostas calles en las que el visitante, es sorprendido a cada paso por un impresionante conjunto arquitectónico. Recordando al turista que en una época, esta ciudad fue hogar de reyes y guerreros y fuente de inspiración para artistas y poetas. Medios de prensa nacionales publicaron la siguientes palabras de Hemingway sobre la ciudad: “Ciudad Rodrigo es una joya todavía ignorada de los españoles, es una bella desconocida”.



Si hubiera que destacar una época en la ciudad, sin duda el S. XVI fue la época dorada de Ciudad Rodrigo. De ella datan la mayor parte de tesoros arquitectónicos que aún se conservan, como el "Palacio de los Condes de Montarco", "La Casa de los Vázquez", o la del "Primer Marqués de Cerralbo"... Muchos de ellos, continúan siendo de propiedad privada y al contemplarlos, uno se pregunta cuantos tesoros permanecerán aún ocultos tras sus muros. 

Edificios que fueron testigos mudos de múltiples guerras y conflictos, que bien se encargan de recordarnos las cicatrices que aún perduran en la fachada de la catedral de "Santa María", el mayor tesoro de Ciudad Rodrigo. Sus gruesos muros esconden enigmáticas leyendas como las del oso o la Coronada. 

Si bien es cierto que durante las cruentas batallas de las que Ciudad Rodrigo ha sido testigo, es mucho el patrimonio que se perdió, aún queda mucho en pie y en excelente estado de conservación, como demuestra el espectacular conjunto de hasta 40 palacios y casas señoriales que se concentran en el interior de los poco más de 2Km. de perímetro que tiene su muralla, inmersa en un entorno natural privilegiado, en pleno "Campo Charro" e impasible ante el paso del tiempo.  


Ciudad Rodrigo, es también punto de referencia de la calzada romana llamada "Vía de la Plata", una de las calzadas más importantes de Hispania, comenzada a construir en el año 139 a.C, que enlazaba Emérita Augusta (Mérida) con Asturica Augusta (Astorga). Esta vía, facilitó durante el siglos el tránsito de personas y mercancías. 
Trás el descubrimiento de la tmba del apóstol Santiago, de forma paralela, "La Ruta de la plata" se convirtió en itinerario peregrino del llamado "Camino Jacobeo del Sur". Por Ciudad Rodrigo, también pasa la "Vía Dalmacia" usada por san Francisco de Asís para llegar a santiago en 1.214, quedándose a vivir un mes en Ciudad Rodrigo. Tal fue la huella que el santo dejó en la ciudad, que en la catedral de "Santa María" de Ciudad Rodrigo, se conserva una escultura que es el primer retrato del peregrino en el mundo y el único que se realiza estando el santo aún vivo. Convirtiendo a Ciudad Rodrigo, en camino franciscano por excelencia.