miércoles, 6 de enero de 2016

GUÍA REPSOL: Ciudad Rodrigo entre los 10 pueblos con más Encanto

Según los usuarios de la Guía Repsol, Ciudad Rodrigo se encuentra entre el Top 10 de los pueblos con más encanto de España y así lo publica en su web.

La famosa guía, ha realizado un reportaje sobre su lista de “Los 10 pueblos con más encanto de España” y como no podía ser menos, Ciudad Rodrigo ocupa un puesto privilegiado, ¡el número 3!.
Ciudad Rodrigo, o Miróbriga como la llamaron sus primeros pobladores, los wetones, ha sido uno de los lugares más comentados y ensalzados de forma más entusiasta por los viajeros usuarios de la Guía Repsol, quien en su página web le dedica estas palabras:  “Todo amante de la arquitectura debe visitar esta ciudad en la que uno se siente como en un auténtico museo al aire libre gracias a lugares como su plaza Mayor, la Catedral o el Castillo. A la valía monumental, se suma el encanto de tomar al aire libre un buen pincho de farinato, su embutido típico, con una copa de vino en los días soleados. Un consejo: un gran plan aquí es recorrer su muralla, desde donde conseguiremos unas vistas increíbles del casco histórico
Dejo el enlace: http://www.guiarepsol.com/es/turismo/tops/los-10-pueblos-de-espana-con-mas-encanto-segun-los-usuarios/

Aprovechando esta entrada del Blog, cabe mencionar que hace escasamente un mes, Destinia, una de las más importantes agencias de viajes online, hizo un ranking a través de su página de Facebook, para que los viajeros usuarios de la agencia, votasen los 7 pueblos más bonitos de España. Y ¿sabéis qué? Como era de esperar, nuevamente Ciudad Rodrigo, entró a formar parte de la lista.

También durante este recién terminado 2.015, el periódico “El Mundo” en su Magazine, público su propia lista de “los 30 pueblos más bonitos de España” elaborada por un grupo de cualificados expertos, que consideraron que Ciudad Rodrigo, era sin duda uno de los pueblos más bellos del país, quedando dentro del Top 10. Entre los expertos que votaron a Ciudad Rodrigo, estaba José María Bermúdez, antropólogo y codirector de excavaciones de Atapuerca y Cristina Morató, periodista, fotógrafa y escritora.


Y si tantos viajeros y expertos, lo dicen, ya no queda duda. Ciudad Rodrigo es uno de los pueblos más bonitos de España. ¿A qué esperas para conocerlo?. Busca la fecha perfecta y haz tu reserva en: http://www.hotel-arcos.com


domingo, 3 de enero de 2016

Historia del CARNAVAL DEL TORO - Fiesta de Interés Turístico Nacional

En esta entrada del Blog, intentaremos resumir la historia del "Carnaval del Toro", será quizás, conociendo este pedacito de la historia de la ciudad, como se pueda llegar a entender el gran arraigo de este animal en las fiestas, que nunca jamás desde que tenemos noticia, han faltado en la celebración del Carnaval, con excepción de los durísimos años de la Guerra de la Independencia.

La figura del toro bravo es intrínseca a los mirobrigenses desde tiempos muy remotos, de hecho este animal ya aparece representado en alguna de las pinturas rupestres de la zona. Sería incomprensible para los mirobrigenses,  una fiesta de Carnaval sin la figura del toro bravo corriendo por las calles de Ciudad Rodrigo.  

No hay que obviar, que la ciudad está enclavada en pleno corazón del “Campo Charro”, que debido a sus condiciones naturales, es una tierra perfecta para la cría del toro bravo. En la actualidad, existen en la provincia más de 150 ganaderías de toro bravo y teniendo en cuenta que la extensión provincial es de poco más de 12.000 Km2, se puede uno hacer a la idea del arraigo social e importancia económica de este animal en nuestra tierra.

Constan documentos de hace más de 500 años en el Archivo Histórico Municipal, que ya demuestran la afición que los mirobrigenses han tenido por las fiestas taurinas. Entre ellos, figura un documento histórico expedido en 1.493 por los Reyes Católicos en el que dan un “tirón de orejas” a los regidores municipales por su desmedida afición a organizar festejos taurinos. Este documento de gran importancia, es el que demuestra que los de Ciudad Rodrigo, son los carnavales más antiguos de España. Extraemos algunos párrafos de dicho documento:

“Don Fernando e Doña Isabel, por la gracia de Dios, rey e reina de Castilla, de León.
A vos el concejo, corregidor, alcaldes, regidores, escuderos, oficiales e omes buenos de la ciudad de Ciudad Rodrigo, salud y gracia. Sepades que al tiempo que Nos mandamos al licenciado Sancho de Frias que fuese a dicha ciudad a tomar e recibir la residencia del licenciado Francisco Vargas del tiempo que por Nos tuvo el oficio de corregimiento desa dicha ciudad le mandamos que tomase las cuentas de los gastos que de ciertos años a esta parte se habían fecho en esa ciudad de los maravedís de le los propios e rentas…

Por las dichas cuentas de los gastos parece que cada año se gastan e distribuyen muchas cuantías de maravedís en comidas e bebidas e en colaciones por ende Nos vos mandamos que agora ni aquí adelante no gastéis ni se gaste de los propios e repartimientos desa dicha ciudad maravedís algunos en las dichas comidas e colaciones ecepto que el día de San Juan de junio de cada año que se pueda gastar fasta tres mil maravedís e nin mas…

E otros por cuanto por los dichos gastos parece que en esa dicha ciudad se corren muchas veces toros e en ellos se hacen gastos demasiados, mandamos que de aquí en adelante non se pague en esa dicha ciudad de los de los propios della ni por repartimiento mas de fasta seis toros cada año repartidos por las fiestas que a vosotros pareciese e bien visto fuer, lo cuales dichos toros, se carguen a las rentas de los propios de la dicha ciudad e se pongan por condición al tiempo  que se arrendaren a los que tomaren e que la carne e cueros dellos quede para los dichos arrendadores…”

No sabemos, si los mirobrigenses a pesar del respeto que siempre mostraron a los Reyes Católicos, en este caso seguirían las reales indicaciones, aunque todo hace pensar que no, ya que en los libros de actas y otros documentos que se conservan, se sigue hablando de correr toros por las calles y cualquier pretexto usado era usado para organizar corridas de toros o novillos. El nacimiento de un príncipe real, la llegada de algún personaje ilustre a Ciudad Rodrigo, hechos de armas favorables, etc… cualquier motivo era válido para correr los toros.

ORIGEN DE LA SUELTA DE TOROS POR LAS CALLES

En el siglo XVI, el Papado anunció que quedaban prohibidas bajo pena de excomunión las corridas de toros en cosos cerrados, algo que fue considerado en Ciudad Rodrigo como una “tragedia” e hizo intervenir a reyes y autoridades, incluso religiosos, en pro de suavizar esta severa norma. Pero fueron los mirobrigenses, los que en un derroche de agudeza popular, se las ingeniaron para tener sus toros. Ya que los toros estaban prohibidos en plazas cerradas, idearon abrir las puertas de la plaza y cerrar las de la muralla que rodea la ciudad. Si Roma prohibía los toros en cosos cerrados, no decía nada de ciudades cerradas. La fiesta, el jolgorio y el bullicio con los toros bravos, podía continuar.

Estas sueltas de toros por la ciudad, en alguna ocasión ocasionaron grandes sustos, una vez provocaron un altercado entre la autoridad civil y la militar, ya que uno de los toros se metió en el Castillo y el alcaide ordenó apresar al toro por haber invadido “zona militar” sin permiso. El pueblo, al quedarse sin su toro pidió al alcaide que devolvieran el toro a la calle, pero éste se negó a soltarlo y tuvo que intervenir la autoridad municipal, ocasionándose un sonado pleito.
En otra ocasión, otro toro llegó a meterse en el patio de una casa solariega y no se sabe si es que el toro no quiso salir o no le dejaron, el caso es que el pequeño patio sirvió como coso improvisado donde continuaron los lances toreros.

DISFRACES Y CARNAVAL 

Otra anécdota curiosa tuvo lugar en 1.525, donde un acuerdo del Cabildo catedralicio, prohíbe a todos los miembros del cabildo que “usen máscaras y jueguen cañas so pena de 100 ducados” y para evitar que estos usasen máscaras sin ser reconocidos, se obligó a lo siguiente, “se ha publicado que el día de la Magdalena ha de haber máscaras y juegos de cañas, se manda que aquel día asistan todos para que se vea que no van (con máscara)”.

Los juegos de cañas, torneos y alardes eran las actividades más habituales en el Ciudad Rodrigo del siglo XVI, ya que como plaza fuerte de ubicación estratégica en la frontera, sus ciudadanos tenían que estar siempre preparados para la guerra. Para regocijo de las clases más populares, se organizaban capeas y corridas de toros, porque según justificaba el rey Felipe II, las corridas eran una actividad muy propia para que sus súbditos estuvieran acostumbrados a los peligros de las guerras.

LOPE DE VEGA EN EL CARNAVAL DE CIUDAD RODRIGO 

Otra de las fechas claves sobre la celebración del Carnaval en Ciudad Rodrigo, aparece en la conocida obra de Lope de Vega “La Buena Guarda”, donde desarrolla un milagro del que ya se hace eco Gonzalo Berceo en sus “Milagros de Nuestra Señora”. La obra de Lope de Vega, fue terminada en 1.610 y el manuscrito original coloca la acción en Ciudad Rodrigo, aunque después se tacharían todas las referencias a ciudades españolas,  sustituyéndolas por extranjeras con el fin de evitar censuras. En ella podemos leer:

 “¿En qué Indias, en qué Francias, 
se celebra el Carnaval
con mayor solicitud?”

Más adelante agrega:
“En la puerta estoy mejor: 
desde aquí los quiero ver. 
Ya pasan. Ya vuelve el son;
pues Carnestolendas son;
sotana no hay que temer”.


Lope en el año 1.580 estudiaba en la Universidad de Salamanca, donde también pasó algunos años desde 1.590 a 1.595, tras ser desterrado de Madrid. En su tiempo de estudiante visitó Ciudad Rodrigo durante sus fiestas carnestolendas y por ello se refirió a él en el manuscrito de su libro.

EL CARNAVAL Y LAS GUERRAS 

El siglo XVII fue terrible para la ciudad, las crisis sociales y económicas que afectaron a toda España y las guerras con Portugal, asolaron de forma especial esta tierra. Con el siglo XVIII y la llegada de la dinastía de los Borbones a España, llega nuevamente a Ciudad Rodrigo la guerra, en este caso la de Sucesión, ya que la ciudad desde un primer momento levantó la bandera en favor de Felipe V. La ciudad es tomada por los portugueses, quienes la saquean arrasando los campos que la rodean. Una vez terminada la terrible guerra y la población va alcanzando un mayor desarrollo económico y social, también se recupera la alegría y las ganas de fiesta. En la sesión de 1.732 el Ayuntamiento toma el siguiente acuerdo:

“Ablose en este Ayuntamiento largamente en razón de aver pasado muchos años por la Calamidad y Contratiempos padecidos con la Guerra, sin que se ayan executado Corridas de toros enesta Ziudad, siendo así que se practicaba antes della una Corrida anual en cada año para cuyo fin e efecto que llaman junterias, contribuya con la porción de toros estipuladas en las Concordias entre Ziudad y tierra acerca de dichas yunterías y considerándose que de el restrablecimiento aya corrida anual…”

Añadiendo que todo ello sea para regocijo del pueblo, además de que con esta fiesta se contribuirá a atraer forasteros para beneficio y utilidad del comercio.

A partir del año 1.732, los acuerdos municipales sobre la celebración del Carnaval con corridas de toros van apareciendo continuamente año tras año, de forma interrumpida hasta nuestros días. Los Carnavales, se hacían para divertimento del pueblo. Transcribimos literalmente el acuerdo carnavalero de 1.737. “desterrar en parte la melancolía originada por tan repetidas enfermedades que se han padecido y se están padeciendo”. 

Los gobernantes, quieren que los ciudadanos por unos días se olviden de las miserias de la época, parece ser que aplicando el mismo principio que los emperadores romanos del “panen e circus” (pan y circo. O al menos la segunda parte).

Hubo ocasiones, en que las Arcas municipales estuvieron vacías, entonces se encargaba a dos regidores que ostentaban el título de Comisarios de Fiestas, que pidan a los ganaderos de la zona los novillos para ser corridos durante las carnestolendas (carnaval), o bien algún regidor es quien ofrece de forma desinteresada sus toros.



Ya en el año 1.909, hubo unas graves inundaciones que destruyeron muchas viviendas del conocido barrio el “Arrabal del Puente” (a extramuros), el Ayuntamiento se planteó la suspensión del Carnaval pensando que los mirobrigenses no tendrían especiales ganas de fiestas y con el fin de emplear el dinero de los toros en ayudar a los damnificados. El clamor popular en contra de dicha idea, hizo que la propuesta no fructificara y por acuerdo se puede decir que unánime de todos los mirobrigenses, se corrieron los toros como manda la tradición. Como testimonio de esta manifestación popular, han quedado unas coplas de la época:

Y queremos que haya toros,
blancos, negros o embolados
o aunque sean de cartón.  


Foto antigua: Carnaval del Toro (Ciudad Rodrigo)
En 1.929, se publica una Orden Real prohibiendo las capeas en los pueblos, ante la evidente preocupación de las autoridades municipales,  (gobernaba el Ayuntamiento D. Manuel Sánchez-Arjona y de Velasco, conocido como por los mirobrigenses como “El Buen Alcalde”, y que llegaba a aportar de peculio y de forma anónima el dinero necesario cuando éste faltaba), organizó entrevistas con el General Primo de Rivera sobre las que se cuenta que ante la insistencia del “Buen Alcalde”, llegó a exclamar: “Pero, coño, Manolo ¿cómo quieres que eche para atrás una Orden firmada por el Rey?”. Pero finalmente consiguió de Primo de Rivera una fórmula para continuar con las fiestas. El Gobernador Civil de la provincia recibió instrucciones para que hiciera la vista gorda o mirase para otra parte para no ver las capeas del Carnaval mirobrigense. El pueblo, agradecido, le sacó la siguiente canción:

Toreros de postín
nos trajo Don Manolo
cuando se fue a Madrid
a gestionar los toros. 
Gracias debemos darle
Pues sino es por su gestión
nos quedamos sin toros
nos quedamos sin toros
en esta población


Durante la Guerra Civil, a pesar de la tragedia que toda España estaba viviendo y de la falta de juventud, también se celebró el Carnaval, aunque por supuesto, no con toda la alegría que los caracteriza.

Completando la historia, durante el mandato de Franco, el Carnaval fue tratado de eliminar o al menos, tratado de reducir a la mínima expresión. Ciudad Rodrigo, para evitar que desapareciese, tuvo que disfrazarlo  y pasaron a identificarse como “Fiestas Tradicionales”, aunque para el pueblo, el nombre no cambió nada y seguían siendo Carnavales, únicamente era en los programas oficiales es donde aparecía la denominación legal exigida de “Fiestas Tradicionales”. Y fue aún no hace demasiados años, cuando volvió a recuperar su nombre, sumándosele además un apellido que lo identifica y singulariza, como si de una denominación de origen se tratase, el CARNAVAL DEL TORO. Declarado Fiesta de Interés Turístico Nacional.